lunes, 19 de julio de 2010

UN HIJO!!!!

Dulce, hermoso recuerdo su pequeña manita en la foto de ultrasonido, que yo no podía entender mas allá de sus deditos miniatura que parecían saludarme, dulce, hermosa primera patadita por dentro logrando que por fin pudiera creer en el milagro hermoso de ser mama. Siempre soñé con ser mama, soñé con esa vida preciosa a mi cuidado y ese amor incondicional de madre que era capaz de mover el mundo…

Ah!! Que podía imaginar en ese momento que pudiera ser tan cansado, tan retador, tan demandante, tan intenso, en fin, tan contradictorio en sí mismo como solo el amor es capaz de ser. Tenía apenas un mes de embarazo cuando Andrés me dio el primer susto de su vida y fui al hospital con sangrado, asustada y adolorida roge por su vida dentro de mi pequeño vientre, sin saberlo inicie un habito que presiento no acabara jamás, orar y rogar por su vida en cada aspecto posible.

Haber, no nos confundamos, la maternidad tiene mil placeres de sabores diferentes cada día, la maternidad saca lo mejor de ti cuando tú misma ni siquiera lo sospechas, la maternidad es una bendición y no quiero contradecir nada de eso que ha sido ampliamente afamado, sobre todo en mayo, mes en que a todo el mundo le da por amar a su madre recordar sus manos, su incondicional amor y su dedicada virtud a lograr que seas un mejor ser humano.

Pero, por favor, quien que se diga ser humano y tenga al menos un hijo no está de acuerdo con que ser madre es locura temporal, a los cuatro días de no dormir nadie puede ser normal, te duele el vientre, estas tan deforme que no sos capaz de verte al espejo sin sentir dolor físico al mismo tiempo, no te da chance ni de bañarte por la pena que el bebe despierte y te agarre a media enjabonada, te duelen los pezones, la mamá, la abuela, la amiga y peor aun la suegra te quieren dar cada una un consejo que contradice directamente lo que te dijo la otra, todavía hoy tengo pesadillas con eso y solo coincidieron por una semana….tápelo mija porque ese bebe tiene mucho frio…pero por Dios destapen a ese bebe porque se puede asfixiar entre tanta manta… dale un poquito de agua pura en la pachita para que se acostumbre al mamón…no le de nada en pacha porque después les gusta y ya no quieren el pecho…pónganlo boca abajo porque así saca mejor los gases…No, leí recién un articulo donde a los bebes muy pequeñitos solo se les acuesta de lado…

No, de verdad, es impresionante como un bebe con una sonrisita logra que todo se te olvide, o por lo menos que los superes y sigas adelante, pero bañar a un bebe puede ser mejor ejercicio que tres horas de gimnasio, cambiarle pañal en ciertas ocasiones puede desarrollar instantáneamente tu instinto de conservación, un hijo de tres años es la técnica numero uno para desarrollar la capacidad de contestar 40 porques? En un solo día, quien quiere un curso de creatividad después del porque numero 308 de esta semana… un hijo es un reto, es una forma que tiene la naturaleza para hacer justicia y lograr que alrededor de los 30 años no solo perdones a tu propia madre por uno que otro errorcito que en su momento te pareció monumental sino también la respetes más que nunca, la admires y estés dispuesta a comerte su salsa nueva asegurándole que es la más deliciosa sobre la faz del planeta tierra.

Tengo unos hijos maravillosos, créanme que no quiero ser mal interpretada, los amo, todo el tiempo, aun cuando entran al baño conmigo mirándome desde abajo justo frente a mis rodillas con esos ojitos dulces y cantándome la canción para hacer pipi, pero seguro que los adoro, sobre todo en el supermercado, como cuando le sacaron su cereal a la señora gorda de su carretilla porque ellos también querían una caja de esas, o cuando le preguntaron al señor de enfrente si él también tenía pene porque su mamita no, agradecí la aclaración y que tal cuando uno de ellos en Pollo Campero se tiro al suelo llorando por una cajita feliz…me explico? los niños son maravillosos pero son un reto, sacan de ti lo mejor, lo mejor de tu billetera, lo mejor de tu pelo como cuando me pegaron un bombón, eso sí, no era cualquier bombón era uno que cambiaba de color con la saliva, un verdadero chupa chups… en mi pelo alisado de salón de belleza, porque hay días en que simplemente necesitas ir al salón, relajarte, verte al espejo y acordarte de los tiempos cuando tu cartera servía para guardar un pintalabios y una libretita con hojitas de olor, una sola llave suelta con llavero de tu inicial y una toallita de emergencias, tu sabes, un día de salón, un día de cafecito, autoestima y relax….para regresar a la casa con energía y con ánimo y que no te lleve a la histeria un simple bombón enrollado y pegado en el pelo.

Un hijo, para tener un niño al cual perseguir por todo el restaurante lleno…ah! Un hijo, para comprarle otro par de zapatos porque los que tienen no le combinan con el suéter nuevo y tu volverte a poner tus mismas mocasines negras porque esas son cómodas y combinan con todo, un hijo, para convencerte que no hay baúl suficientemente grande para tanto tiliche, un hijo para comer frio y babeado, un hijo para odiar cuando suena el teléfono o el timbre, un hijo para descubrir que cuando pensabas que de verdad no podías mas, todavía podes otros quince minutos de caperucita roja, la tercera caperucita roja de la noche….Ah!! un hijo, o dos como yo porque da pena que uno solito crezca tan solito, tan consentido, necesita compañía y un hermanito.

Jajajajaja, la verdad un hijo es lo mejor de la vida, solo que hay días como hoy en que un mal recuerdo se te atraviesa y lo mejor es exorcizarlo contándoselo a alguien que se pueda solidarizar contigo y que no piense que las mujeres buenas no se cansan de ser felices al lado del hermoso angelito pujador, parlanchín y exigente que te dio como hijo para que lo ames, lo guíes y lo cuides en este mundo grotesco donde solo el amor y la ternura de una madre puede salvar a un niño de ser peleonero, berrinchudo, salvaje, que no salude y que no quiera comer. Pero gracias a Dios, esta catarsis secreta que hoy hago con estas líneas hacen referencia a algo privadísimo que solo me paso a mí, a nadie más, porque allá afuera las madres que conozco son mujeres modernas que no tienen arranques de stress por cosas tan simples como estas, los de allá afuera, son niños obedientes que jamás escupirían el jugo de naranja sobre el mantel recién puesto ni se enfermarían de terrible dolor de estómago con tripa retorcida justo cuando pensabas gastarte tus ahorros en unas pequeñas vacaciones.

Gracias por leer sin juzgar mi pequeño lapsus materno, en tres segundos me reinstalo el programa y vuelvo a mi modo de maternidad normal, en verdad los amo y no me cuesta para nada amarlos cada día mas, es solo cuestión de unos minutos de vez en cuando, para desahogarme, para reorganizarme, para reírme un poco de este proceso en el que estoy segura ellos me están criando a mí.

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