domingo, 22 de agosto de 2010

Mi culpa...perdón!!

Yo soy la culpable de todo lo que fue mi culpa, de todo lo que hice y también de lo que deje de hacer, algunas veces solamente porque no pensé que fuera importante, otras porque me pareció que había hecho lo suficiente y solamente quería esperar, algunas cosas las hice sin pensar mucho, me nacieron en el alma y no me costó nada, otras, quizá muy pequeñitas, fueron pesadas y difíciles pero igual las hice pensando que podía hacerte feliz, creyendo que dando es como se recibe y en ocasiones incluso dispuesta a darlo aun sin recibir nada a cambio solo porque mi corazón me indicaba que era lo correcto.

De todo eso soy culpable, no necesitas acusarme, lo reconozco…soy desordenada y conmigo nada es simple, fácil a veces pero simple jamás… me acuso culpable de ser muy intensa, intensamente feliz o completamente desdichada, todo en un solo día como una montaña rusa de esas que cuando te subes no calculas la zarandeada que te vas a llevar, definitivamente acepto mi culpa por bailar sola en la casa, por hacerte probar sabores nuevos, por abrazar las toallas calientes de la secadora como si fueran un regalo de navidad, por subirme a pintar paredes de color naranja en la casa nueva, por comprar mil trastecitos de tapaderas de colores con tal de inventar un orden coherente dentro de la refri, soy culpable de abrirle la puerta de la casa a toda tu familia, una vez todos juntos y las demás de uno en uno o de dos en dos.

Soy completamente culpable de creer en tu sueño, de agarrar sin pensarlo mis dos maletas de 70 libras y empacar lo que pensé que podría necesitar sin pensar en lo práctico, así que no empaque toallas, ni sabanas, pero si libros y un diario y todas mis calcetas de colores y las fotos con las sonrisas de todos mis hermanos para no extrañar a nadie, ni siquiera a los que no veo nunca. Fui yo, lo planee solita esto de no planchar la ropa con calendario semanal sino salir a cenar contigo cuando lo propusieras sin importarme cuanto creciera ese volcán con vida propia en que se convierte la ropa sin planchar. No puedo negar que soy completamente responsable por bailar contigo hasta que me dolieran los pies con o sin zapatos, en público o en privado, si, fue mi culpa necesitar ayuda para trapear el piso y no tener la menor idea de cómo se programan las cafeteras para que el olor de café recién hecho te despierte en lugar del horrible sonido de una alarma electrónica.

Quisiera negarlo pero en verdad es toda mi culpa haber caído rendida de amor ante los ojos hermosos y las 7 libras y media que constituían toda la humanidad de Andrecito el día que nació, jamás había amado a nadie así en mi vida y apenas si entendía como podía haber vivido tantos años sin él entre mis brazos o bebiendo de la leche de mis pechos. Ya no tengo para donde escapar y no me queda más que reconocer que tengo mil culpas en esto que fue nuestra historia. Soy sin duda culpable de haber escuchado las advertencias de tu papá el día que pediste mi mano pero no haberlas entendido sino simplemente ignorarlas y no creer en él, fue mi culpa no escuchar los consejos de mi mamá ni los comentarios de mi familia.


Soy culpable de odiarte cuando te emborrachas, hueles a una mezcla de centavo y malas palabras, tus ojos no miran igual y el poco balance que tienes para vivir, borracho lo pierdes completamente. Soy culpable sin ninguna duda de haberte querido más tiempo en la casa, de pedirte mil favores todo el tiempo, de enojarme porque dejaras el carro con el tanque vacio y tuviera yo que pasar a llenarlo, soy culpable por jamás haber logrado que ir al supermercado de compras me pareciera paseo, de añorar cada día una tortilla con queso fresco como si fuera un tesoro inalcanzable, soy culpable por suspirar siempre cuando ya se veía el sol caer sobre el eterno horizonte plano de esa tierra que por más que lo intentó jamás me enamoró. Tú no tienes ninguna culpa en lo que es mi culpa.

Algunas de las culpas no me las propuse, solo se dieron, como cuando inventaron chismes y tendieron trampas y yo caí, también eso fue mi culpa pero no lo hice con intensión de lastimar, sino por falta de suspicacia. Las de no tener la capacidad para distinguir entre una sugerencia y una orden, las de no entender la orden y confundirlo todo, las de trabajar y ganar mucho o dejar de trabajar y ya no traer plata, las de llorar en las tardes de lluvia, las de quejarme del calor infernal que no se quita con nada, las de aburrirme encerrada en la casa, las de acompañarte a todos lados e irte a traer de madrugada para que no manejaras, las de consentirte y no exigir y no pedir de mas para mantenerte presionado sino intentar ser feliz con lo que tenía y punto. Todas esas son mis culpas.

Mi peor culpa es haberte dejado de amar instantáneamente el día que deje de confiar en ti, es mi culpa ser cotidianamente tan indecisa y justamente para eso haber resultado tan definida que no fui capaz de lidiar con ese problema, es mi culpa haber perdido irremediablemente la admiración y quedarme sin materia prima para construir un nuevo amor por ti, por lo que significabas y por quedar en paz con el pasado y estar en disposición a un futuro. Perdóname mis culpas, absuélveme el castigo y permíteme que el presente vaya poco a poco reconciliando la historia en la que yo tengo todas estas culpas y tú solo tienes el sin sabor de mi desamor.

3 comentarios:

  1. WOW !!!!!!..........TU SOLO TIENES EL SIN SABOR DE MI DESAMOR !!!!......ME QUEDO MUDA ....NO SE QUE DECIR !!! ES LA VERDAD DE MUCHAS MUJERES QUE HAN AMADO INTENSAMENTE....Y DE REPENTE ASI ASI...SE LES ACABA EL AMOR.

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  2. Alejandrita,

    Perdóname hija por no haber estado a tu lado, todo fue mi culpa, por no haberte dado mi fuerza, mi hombro, mis manos. Yo conozco ese sabor del que tu hablas, y se lo que duele haber vivido solo, exilado por el dolor de haber perdido a las personas queridas. Hay un pensamiento anónimo que siempre me ha martirizado, espero que a ti te de fuerzas porque tu volveras amar con todo tu ser, como siempre lo has hecho:

    "Al perderte tu perdiste mas porque yo volvere a querer a alguien como a ti, pero tu no encontraras alguien que te quiera como yo"

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  3. Ay amiga me encuentro en cada palabra, en cada nota en cada frase no se como le haces pero estoy en todas. Aun que a veces me sacas lagrimas de tristeza otras de alegria me haces comprender que la vida es una y hay que vivirla a plenitud con lo bueno y lo malo con todo es maravillosa vivirla. Gracias por compartir ese don maravilloso que Dios te dio.

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