domingo, 12 de septiembre de 2010

Amanda y su película romántica...

Me lo contó todo tranquila y despacio, parecía que acariciaba cada palabra porque le hubiera costado encontrarla y no quería que se le escapara… soy lo que siempre tuve tanto miedo de ser me dijo, soy una estadística, paso los treinta, profesional, divorciada, con hijos, suficientemente joven para rehacer mi vida y suficientemente vieja para no creer en el amor romántico y sin complicaciones, con la cédula tachada, las cuentas abultadas, las metas encaminadas y el corazón roto pero remendado y la capacidad para creer en ellos bastante, muy desgastada… una más de las estadísticas.

Yo la escuchaba con toda mi atención distraída apenas por sus ojos profundos que era lo único que le queda intacto de cuando la conocí… Ya lo sé, me dijo cuando la volví a ver hace unos meses después de toda una vida, ya sé que he cambiado mucho y que no me hubieras reconocido, soy yo, la misma Amanda de siempre solo que más bonita, no sé como hizo la vida para volverme bonita con los años, puede ser que se quiera reivindicar conmigo por dejarme pasar una adolescencia complicada…yo la miraba sonriendo pero en verdad asombrada porque esas leves curvas que adquirió le daban un toque de mujer sexy que nunca tuvo en los años en que los libros de matemática entretenían nuestras horas. Pero en verdad tenía razón, era la misma Amanda de siempre, simpática y parlanchina, dulce pero directa, inteligente pero sonriente, solo que con una rara belleza recién estrenada que distraía un poco mi capacidad de poner mi atención en sus palabras.

Ese día de la estadística, había logrado verse bien con una cola en el pelo, un jeans y un suéter, la escuchaba atenta mientras yo misma me encontraba en sus palabras, lo describía tan bien que parecía leerme la mente y decir con mayor claridad de lo que yo podía lo que tantas veces había pensado sin atreverme si quiera a mencionarlo con esa idea irracional de poder hacer realidad los pensamientos cuando se verbalizan.

Todo empezó con esa película romántica que me movió toda el alma, me dijo, todo empezó porque una parte de mi cerebro quería creer, quería verla y creer que existe y que le pasa a gente como yo, que el amor romántico y verdadero esta allí disponible en algún lugar del amplio mundo esperando por mí, no…esperando no, permíteme reformular… buscando por mí, que vendrá atraído por la fuerza poderosa y mágica del destino que lo atrae como un irresistible imán y que de pronto como un hechizo poderoso que se rompe, caeremos flechados sobreponiéndonos valientemente a todas las circunstancias que nos rodean para atrevernos por fin y de una vez por todas a ser felices por siempre…. Te das cuenta!!!!

Me reí pero ella siguió explicando…La otra yo, me dijo…La pensante, estaba enferma de nausea… amor romántico!!!! Estoy enferma o estoy drogada pensé, que hago viendo esta basura de Hollywood, los hombres así no existen y si existen ya están casados con su Julieta y no eligen Julietas divorciadas, con hijos, empresarias en plena lucha contra la crisis, mujeres en la mitad de los treinta y de un país tercer mundista…Dios rescátame de mis propios pensamientos!!! Ahora las dos reíamos frente al pastel de chocolate que acompañaba aquel berrinche romántico.

Soy yo, Amanda, me dijo… te acuerdas de mí, la que siempre creyó en el amor como el motor que mueve al mundo, la que escribía poemas de amor y copiaba textos de novela romántica en su cuaderno, muy en el fondo soy la misma pero tengo el corazón roto y remendado, ya aprendí que no basta con darlo todo, también se necesita recibir, ya aprendí que pensar en alguien de día y soñarlo de noche dice menos de amor que una cuenta de colegio pagada, aprendí que no importa cuantos besos te den en un día sino cuantos le dejen de dar a otras para reservarlos solo para ti, aprendí que el amor no es una nota sorpresa en tu cuaderno de ciencias naturales sino las ganas y la capacidad de comprometerse y respetar. Sin embargo y a pesar de mí misma, estoy enojada, enojada conmigo porque el corazón roto no me deja reconocer abiertamente que anhelo abrirle la puerta a ese amor romántico y loco, del que no se piensa pero se siente.

Le perdí la confianza a ellos porque algunos me fallaron pero también me perdí la confianza yo porque ahora no me atrevo a escoger, estoy aterrada y esta quietud se parece a la muerte, por fuera me veo mucho mas mujer y más plena que antes pero por dentro quisiera ser esa niña asustada que temblaba de emoción con un beso, perdí la capacidad de asombrarme con un detalle, perdí las ganas de creerle ciegamente cuando dice que no puede dejar de pensar en mí…

Estoy en crisis no porque esté sufriendo y abatida de mal de amores, sino porque la puerta del amor esta tan cerrada que ya nadie ni siquiera la toca, no te voy a negar que odio estar sola pero me quedó tanto miedo a estar mal acompañada que yo misma ya no soy capaz de diferenciar entre uno y otro…una parte de mí quiere caer perdidamente enamorada y la otra no quiere volver a sufrir jamás, así que sufro el castigo autoimpuesto de estar sola y conformarme con un mail, un mensajito y una salida a cenar cuando se puede, o un cafecito terapéutico para engañar al ego y decir que yo si salgo pero que nadie quiere nada serio en este mundo.

Ay amiga!! Se lamentó finalmente, te das cuenta que soy un desastre, que quiero exactamente a lo que más le temo y que me rio por no llorar porque en verdad el amor es de dos y de tanto actuar como si no quisiera ya hasta yo me lo creo y ahora no sé donde deje la llave de esta caja fuerte en la que yo misma me metí… así que sí, soy más bonita y mas mujer que antes, pero de que me sirve si al final de cada día no tengo a quien rascarle la espalda ni quien me de besos de buenas noches en la cabeza…sí, soy más exitosa que antes y puedo pagar mis propias cuentas pero el romance no se compra porque jamás ha estado en venta así que justo lo que quisiera es lo que no tengo y peor aun cuando se asoma...me aterra!!! Y me siento tan sola en mi problema.

Entonces me reí,me reí con la Amanda de antes y la de ahora porque ambas se parecen mucho a mí, me reí de todos mis miedos, me reí de mi propia jaula, me reí de la película que se parece a la que vi la semana pasada y del mensaje de texto que yo también espero recibir cada día, aunque algunos días no llegue, me reí porque ella no es la primera amiga ni la última que viene a mí con el mismo tema creyendo que yo estoy lejos del asunto y que les puedo aconsejar con cabeza fría, me reí de los hombres que deben estar en el mismo dilema y de la complicada que nos damos todos por gusto porque sería mucho más fácil y seguro dejar de estar dándole tanta vuelta al asunto y simplemente ser, atreverse…porque esta quietud supuestamente segura, de verdad, como dijo Amanda, se parece mucho a la muerte…

5 comentarios:

  1. Hay amiga!!! como tu dices! nuestras ideas nos tienen aprisionadas!! busquemos liberarnos, busquemos sanar nuestros corazones, volvamos a sentir, volvamos a vivir! Dios tiene planes de bienestar y no de mal a fin de darnos un futuro lleno de esperanza!!! Él lo afirma!!!
    un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Ale mi amiga que escucha y que siente
    que percibe mas que nadie y capta la esencia de todos

    ResponderEliminar
  3. NO BASTA CON DARLO TODO ....TAMBIEN SE NECESITA RECIBIR !!! ESO ES TAN CIERTO .....ALGUIEN ME DIJO AYER.....( PARA BAILAR UN TANGO SE NECESITAN DOS )....

    ResponderEliminar
  4. HIJA, NO HAY QUE ESPERAR QUE PASE LA TORMENTA, HAY QUE BAILAR BAJO LA LLUVIA

    ResponderEliminar
  5. Ay amiga que triste es saber que habemos muchas como Amanda que por fuera parecemos una fortaleza inpenetrable pero lo que mas anhelamos es alguien que nos toque las fibras del alma. No fuimos creados para estar solos, pero lamentablemente las malas experiencias y las heridas de amor en el corazon nos cambian el panorama, yo aun creo que Dios tiene alguien para mi, donde cuando como y quien no se. Lo malo es q aun me cuesta creer en alguien y entregar el corazon nuevamente. Todo pasa y todo queda, ay que sanar para poder amar de nuevo, ay que preguntarle a Dios si ese es o si hay q esperar a alguien mas.

    ResponderEliminar