miércoles, 27 de octubre de 2010

Como nadie antes...

En una tierra lejana llena de inmigrantes y gente que se cambia el nombre y el origen, que se inventan un pasado y una tierra y una educación y un status que mientras más mentiroso más obvio, allí conocí a Olga, colombiana, jamás le intereso negarlo igual no hubiera podido porque sus caderas la delataban, alta y de pelo castaño claro, delicada a pesar de ser grande y de palabras dulces y buenas, tenía acné, algunos días el acné era tan severo que su cara parecía una calle de la Antigua, una noche de esas que nos gastábamos tomando capuchinos de vainilla frente a los muelles perfectos de Palm Beach Olga me dio la lección de mi vida.

Mire yo, me dijo tranquila y dulce como ella es, yo de verdad amo mis barros en la cara, cada uno, el que se seco ayer y los dos que me salieron hoy en el mismo lugar, en verdad los amo. La vi directo a los ojos sin distinguir una sola gota de ironía en su voz. Es que vea, siguió ella, si yo no soy capaz de amar mis propios barros, nadie será capaz de amarme con ellos y a pesar de ellos, simplemente por lo que soy, si yo ignoro mi acné me ignoro a mí misma, si no quiero este trasero frondoso tanto como a mis barros, si no me enamoro de mi pelo y lo cuido, donde encuentro quien se enamore de mi a pesar de lo que yo pueda sentir por mí misma.

Así que hoy, en honor a ella y a sus barros, a su voz dulce de amiga en la distancia y los capuchinos nocturnos con fondo de mar Atlántico de arena blanca y yates con capitán, hoy me voy a amar con todo lo que tengo como solo yo misma me puedo amar porque los demás no me conocen, no me conocen durmiendo y hablando sola…haces muchos ruidos dormida dice la Mima, me voy a amar desde antes cuando era tan flaca y no podía imaginar que era una bendición y que quince años después estaría agradecida con Dios por su grandiosa idea de no dejarme engordar nunca a pesar de intentarlo con todas mis fuerzas. Me voy a amar así, con los ojos casi negros y el pelo oscuro y las cejas altas y la boca pequeña.

Hoy como me enseño la Olguita, hoy me enamoro yo de mi misma para luego andar inventando eso de amar otros ojos y otra boca, hoy voy a amar como nadie antes mi propio desorden mental, siempre pensando algo nuevo, siempre inventando, siempre dudando, siempre observando, pensar sin descanso puede llegar a ser muy desordenado, intenso pero maravilloso, hoy amo mis palabras, mil…no, cien mil palabras, cien mil conjugaciones de palabras, amo mis manos pequeñas de dedos huesudos, amo mi piel morena que parecen muchas asoleadas juntas, amo mi amor a los sabores y mi preferencia por el sentido del gusto, mi apetito antojadizo, amo mis treinta suspiros diarios y mi dolor por lo ajeno y mi felicidad cortita de pequeños momentos.

Hoy amo más que nunca a los que he amado y siguen aquí, conmigo arraigados a mi historia, amo mis cicatrices de intentos con bicicleta…no vas a poder usar falda!!, me decía mi mami, igual si uso algunas de vez en cuando, amo mis dientes que fueron torcidos y ahora son rectos, amo mis pestañas que le heredé al Andrecito y que en él me gustan más que en mí, amo las canciones que bailo sola en la sala, hoy con intensidad voy a amar los conocimientos que se quedaron algunos solo ocupando espacio y otros que llenan, que aportan, que marcan.

Hoy amo esa que era yo cuando estaba enamorada y me amo, así como cuando estuve confundida y dolida, arrinconada y triste hasta que lo supere y me dejo de doler y deje de amar, hoy me amo por valiente, por esforzada, me amo por miedosa y por escurridiza, hoy me amo por dificultarme lo fácil y por facilitar lo difícil, nadie como yo para enredarme las cosas.

Hoy en honor a mi amiga y a su lección de vida amo mis estrías que me recuerdan el honor de ser la madre de dos ángeles bellísimos que cuando me miran me cambian el mundo, hoy amo mis pies pequeños y flacos, hoy amo mis orejitas medio sordas y mis constantes desvelos solo porque si, amo el café que me despierta y la nariz que me duele con el frío…hoy me amo porque sino ensayo conmigo no podre jamás con otro y me interesa ejercitarme en el placer de amar así, a pesar de conocerme, amar sin obligación, amar con intensidad, amar sin horario y sin exigencias, amar sin límite y sin reglas, amar lo bueno, amar lo rutinario, amarme yo como soy y amarme con todo lo que tengo, sin cambios, sin dejar afuera ni una pizca de mí, amarme con mis pocos y mis muchos.

Mañana después de este ensayo, mañana te voy a amar aun más porque el amor brota de adentro hacia afuera...Escribí esto hace unos meses y hoy no pude resistir la tentación a compartirlo ahora que el mañana ha llegado, hoy le tengo que contar a todos que así empezó el amor, un amor nuevo que nació conmigo a pesar de todo, me amé tanto que lo tuyo ha sido por contagio, quedamos contagiados uno por el otro del amor sano que cada cual profesa por sí mismo, nos convencimos con los mismos argumentos que habíamos logrado convencer a nuestro propio ser de amarse a sí mismo. Efectivamente hoy te amo mucho más que ayer porque este amor brota de adentro hacia afuera.

1 comentario:

  1. Como siempre que te leo,me admiro más y más de ser una madre,hermana y amiga tuya,te quiero.

    ResponderEliminar