Eres una tierra escabrosa pero prometedora, eres una hormiga fuerte y esforzada cargando varias veces su propio peso, eres el héroe que construye el futuro, o al menos diseña los planos para imaginarlo, un futuro completo y brillante, donde imaginas a todos menos a mí…
Eres un huracán que arrasa con todo a su paso, furioso y descontrolado, muchas veces estuve al centro de tu rabia viendo como todo giraba alrededor dando vueltas incomprensiblemente, me maravillaba tu espectáculo, te observaba extasiada y contemplativa, hipnotizada con tu capacidad para moverlo todo, menos a mí…
Eres un león solitario sobre la roca, anhelando conquistar la sabana sin percatarse que ya es suya, que le pertenece desde el día que lo deseo, un hermoso y orgulloso león, un cazador, un feroz león que ruge y asusta, asusta a todos menos a mí…
Eres como la luna, lejano y exuberante, que todos vemos, pero que nadie llega sino es cambiando por completo su naturaleza, a ti como a la luna no se llega para vivir , a ti se te disfruta de lejos, se te contempla y el alma se alegra del pedazo de luz que mientras dura se cree propia, hasta que llega la mañana y despierto y entonces me doy cuenta que la luna no necesita a nadie, menos a mí…
Eres como una ecuación matemática, un reto para la mente, un desafío solo para seres evolucionados, un conjunto de números que por sí mismos no son problema pero que cuando los unes y los presentas en la forma adecuada se transforman en lo que te deja sin sueño por las noches, en mis noches sin ti y tus noches llenas de números, donde se que tu mente descansa calculándolo todo, menos a mí…
Eres como un país grande y desconocido, lleno de extraños que hablan un idioma que solo entienden entre ellos, un idioma de hombres, un país árido y montañoso donde lo que se extraña es el agua, donde el viento es fuerte y frío, allí existen otros dioses y otras costumbres y se va de visita, un país interesante y mágico donde se les conceden deseos a todos, menos a mí…
Eres como un canal de la tele, en donde se ven las grandes creaciones del hombre, una exposición de logros, una pared llena de títulos y reconocimientos, un programa de las estructuras gigantes, de esos que se miran con admiración pero no puedo tocar, solo toco lo plano de la pantalla, veo el pequeño control y lo rodeo esperando comprender como llegaste hasta mi ojo y acariciaste mi pupila con la sorprendente imagen del edificio mas alto del mundo, y estas allí, en la tele, donde llegas a todos, menos a mí…
Eres como un libro de guerra, lleno de anécdotas y de sangre, de largas batallas donde se mueren hombres buenos y de soldados valientes que para sobrevivir no piensan en sus mujeres llorando en el andén del tren, agitando sus pañuelos en el muelle viendo como se alejan sus héroes nítidos, uniformados para el triunfo, un triunfo que los mutila y los deja sin ellas, sin familia, sin amigos porque no se confía en nadie cuando estas en guerra, solo se extraña en silencio, a todos, menos a mí…
Eres tu poder detrás del escritorio, protegido en tu genial desorden que te da coherencia, eres el conocimiento que intimida a los viejos que ven tu juventud y tu fuerza como una amenaza a sus obsoletos principios, eres el que salió del silencio y fue avanzando a pasos grandes y callados, como David, venciendo al gigante con un sueño envuelto en piedra, allí eres el que manda, la última palabra, el que le gana a todos, menos a mí…
Para mí, eres todo eso… eres la palabra que nunca llegó, eres la conversación larga y maravillosa, eres el oasis imaginario en medio de mis desiertos, eres el deseo incumplido, eres las mil batallas en que ganaba perdiéndome y la guerra que gané cuando ya no había victoria posible, eres la tentación más grande de mi vida y las ganas más largas, eres muchos domingos imaginarios y algunas horas frente a ti, que nunca fueron malas ni tampoco buenas, que solo fueron y con eso me bastaba… Para mí eres lo que para nadie, un eterno extrañarte aún teniéndote a mi lado, un constante explicarte a pesar de la evidencia… para todos, tu estas solo y desinteresado, menos para mí…
