Para ser tu amiga

Para ser tu amiga… escondo, disfrazo, niego y hasta olvido a ratos lo que siento por ti, por momentos me revisto de amor propio y a ratitos de furia para lograr esta cordura de actuar calmadamente contigo que se parece tanto a la locura que ya me cuesta distinguirlas.

Para ser tu amiga…sustituyo mi pasión con solidaridad a tu causa y mis celos con interés en tus anécdotas sobre tu vida y tus cosas, transformo mi desbordada e insana forma de amarte tercamente en un dulce cariño que me permite acompañarte y atestiguar tu vida desde mi silla de enfrente.

Para ser tu amiga…peleo cada día conmigo misma porque se me olvida mi propio plan y me siento aludida con tus comentarios, con tus miradas, con tus gestos que conozco de tanto verlos durante el día y soñarlos durante la noche.

Para ser tu amiga…contesto tus llamadas con tono casual y agradezco a la vida que la tecnología celular aún no detecte el nivel del latido cardíaco, respondo tus mensajes con monosílabos y hasta intento ignorarte en el esfuerzo consciente de ignorarme a mí misma y a las tonterías que me provocas.

Para ser tu amiga…anulo sistemáticamente cada pensamiento que me viene a la mente que incluya tu rostro, tu nombre, tus manos llenas de gestos , tu voz cantando y tus ojos viéndome de reojo, sin tregua, sin consideración alguna analizo y desecho cada recuerdo que me asalta donde menos lo espero.

Para mí, ser tu amiga es un logro, es un objetivo que me ha entrenado en el arte de ser perseverante. Para mí, ser tu amiga es un trozo de dominio propio, es un pedacito de cielo restringido, es un infierno privado al que entro voluntariamente cada día con la firme decisión de algún día, como si todo esto hubiera sido una casualidad, lograrlo así, sin esfuerzo y llegar al momento sagrado en que sin pena ni gloria pueda por fin, ser tu amiga.