miércoles, 17 de agosto de 2011

NOSOTRAS

Todas nosotras atrapadas en nuestra propia maraña, cada una con sus ideas, sus prejuicios, sus sentimientos y sus anhelos en un apabullante espiral que no se detiene y no da tregua. Nos reunimos para escucharnos, nos platicamos para consolarnos, necesitamos atestiguar y que nos sirvan de testigos…nosotras, cada una con su historia, cada una con sus decisiones y sus consecuencias, cada una con su anhelos pendientes y el futuro incierto, el pasado enmarañado y las expectativas sin cumplir listas para ser contadas de nuevo con nosotras mismas como testigos de la siempre renovada fe de que algo cambie pronto. Mientras tanto, nos contamos la vida, nos escuchamos las anécdotas y nos reímos todas de todas y cada una de sí misma pero en nuestra compañía.

Nosotras las que solíamos ser ya no somos porque la vida nos ha ido cambiando con su paso, con sus mil sabores en la boca y los tropiezos que dejan cicatrices, algunos, los menos dolorosos en la piel y otros, los más duraderos en el corazón. La vida ha hecho con nosotras un excelente trabajo, la maternidad definió nuestras formas, la madurez nos ha ido asentando las ideas y definiendo las posturas, nuestros errores nos han hecho tolerantes con los errores del prójimo más próximo, algunas de nosotras hemos tenido tiempo para cometer los errores que tanto criticamos en nuestras madres, para intentar corregirlos de la forma como ellas los corrigieron y en el camino, comprenderlas, perdonarlas y seguir amándolas a pesar de todo.

Nosotras todas cíclicas, indefensas ante nuestros propios cuerpos que juegan a las hormonas con nuestras emociones y nuestras ideas, fuertes con ellos aunque siempre al final caigamos rendidas ante sus encantos que los muy tramposos enfatizan adorablemente por un tiempo para luego salir un día con la sorpresa horrible de que siempre no son como habían dicho que eran. Nosotras que recurrimos a un confiable grupo de opiniones femeninas para intentar descubrir si nuestro hombre opina como opina o actúa como actúa por su condición de hombre o porque es él, difícil, que digo, quizá imposible de definir, pero nuestra alma femenina encuentra consuelo en la desgracia compartida. Nosotras, seres sociales, vamos juntas al baño, consultamos con la amiga el significado de nuestro extraño sueño de anoche y consideramos un café de vez en cuando como el mantenimiento mínimo para una amistad básica.

Nosotras que mientras nos queramos y nos aceptemos nos perdonamos unas a las otras cosas que no le perdonamos a las otras, las que no pertenecen al cerrado círculo de la amistad, que si anda de cita con un chavo muy jovencito, que si le dio por buscar el amor en el ciber espacio, que si no llega porque se va a hacer el mercado con la mamá, que si ya está divorciada y le sigue entregando cuentas al cabrón, que si trabaja y trabaja y no se compra nunca nada para ella y todo para los demás, que se va de cualquier lugar si no encuentra el parqueo que le gusta y como le gusta, que si volvió otra vez a hablar con el tarado que ya ha demostrado mil veces ser un gusano buscador de sexo sin compromiso, que si anda ahorrando cada centavo para operarse la lonja y retocarse la nariz, que si vive diciendo que está feliz soltera pero solo habla de hombres, que si según ella está a dieta pero siempre pide postre, en fin…todas nosotras cobijadas por la amistad y la complicidad de una confesión remojada en café con leche.

Todas nosotras intentando cada una entender su propio camino, descifrar el destino y lidiar con sus propios porqués de los que seguimos sin respuestas, nosotras las mujeres, las amigas, las amantes, las madres, las hijas…Nosotras que hemos tenido que seguir inventando un papel coherente en la sociedad que cada poco de años cambia de opinión y sigue planteando alternativas haciendo todo cada vez más confuso y difícil. Nosotras las profesionales, las jefas, las poderosas, las tiernas…nosotras las liberales pero celosas, las casadas pero independientes, las solteras codependientes, las madres lactantes en un mundo de leches instantáneas y las cocineras de microondas, nosotras las prácticas que todavía peleamos cada mañana con el pelo que implacablemente amanece parado sin darnos tregua con la guerra de la apariencia pulcra.

Nosotras que nos necesitamos para ir haciendo un inventario de vida de vez en cuando para no enloquecer solas con nuestros mismos miedos, abrumadas con nuestras propias ideas, ahogadas con nuestros persistentes recuerdos. Todas nosotras hacemos cada día la diferencia en la vida de los que nos rodean, nosotras que seguimos a la espera del día en que la vida decida pagar la factura de habernos hecho cargo de tanta pendejada. Nosotras amigas, somos fabulosas, cada una con su estilo personal, cada una con su sentido del humor y su punto de vista individual, nosotras cuando estamos juntas somos capaces de comernos el mundo de dos mordidas, nosotras que pasamos de llorar a reír en un segundo pero que seguimos tercamente enfocadas en vivir bien y que todo esto valga la pena. Todas nosotras amigas mías, somos sin lugar a ninguna duda lo más interesante, tierno, divertido y sexy del planeta.

lunes, 8 de agosto de 2011

Me equivoqué!!!!!

Voy a necesitar una cucharita para tragarme mis palabras, mejor si es chiquita y de plata para guardar la imagen, aunque para ser sincera, nada me dará más gusto que tener que reconocer pública y abiertamente que me equivoqué y que la vida esta lista y abierta a sorprendernos, a confrontarnos y a brillar aún cuando nosotros no podamos entenderlo, explicarlo o simplemente creerlo y si de plano pues ya ni respetarlo, igual ella viene con su buena noticia y nos atrapa como una lluvia de media mañana con sol, sale el arcoíris y te deja contenta y con la sorpresa en el bolsillo.

Creo que en mi terquedad por controlar el destino pregunté mil veces porqué? Y para qué? Me servirá esta experiencia o aquella, creí que de plano se me había pasado el tiempo de las buenas experiencias y que después de los treinta años no es posible enamorarse así, bonito e irracional, enamorarse hasta con el pelo, enamorarse como adolescente y andar tirando suspiros a medio tráfico de la Avenida Reforma a las 5:30 pm. Enamorarse como si no supiera ya que todo pasa, todo lo malo pero también todo lo bueno, enamorarse a pesar del terrible miedo que da cuando ya tu conciencia sabe que sabor tiene el suelo y el polvo cuando se muerde.

Y ahora que cuentas le entrego a mi razón si me pasó por fin lo que tanto soñé, si de todos modos resulta que si existe quién pensé que no existía y si me quieren como creí que no me querrían, que le digo a la razón si siempre no me detuve ante la advertencia de peligro y me dejé seducir por la irresistible ternura que parece sueño.

Todo, todo lo que he tenido que pasar hasta hoy valió la pena, para verte a los ojos mirándome de esa manera, para escucharte decirme al oído esas palabras que dichas después de tus besos saben a verdad, a miel y a ganas de que las repitas hasta que me dejé de latir el corazón a mil por hora y mi cerebro sea capaz de entender que no pasa nada si me enamoro y que vale la pena pagar con oro el riesgo de vivir tanto, de sentir tanto y de soñar despierta con tus labios hermosos, con tus ojos buenos y tus manos dulces.

Si, necesito conseguir una cucharita de plata para tragarme mis palabras porque me juré a mi misma morirme de pena y no dejarme otra vez caer rendida al flechazo de Cupido cuando lo que en verdad había pasado es que Cupido no me había flechado aun con la mejor de sus flechas. Si, estoy ridícula, cursi, infantilmente colgada, sin excusas, con miedo pero igual colgada, colgada sin promesas, colgada de cada pequeño detalle.

Quisiera tener la capacidad de contagiar a las que como yo habían perdido la esperanza, quisiera poder reivindicar al amor a pesar del pasado, al amor de hoy como soy y con lo que tengo, al amor comprometido a amar, al amor sin presión, claro que me encantaría tener esa capacidad de convocatoria y resarcir la fuerza del amor en un mundo como este, contar al oído de cada corazón roto que el corazón se sana instantáneamente al contacto con el amor sincero, aclarar que no importa cuánto dure la relación porque el amor así sana la vida y transforma inmediatamente, mañana no importa porque en la vida real solo existe el hoy, el ahora y el aquí.

Lo único que puedo por ahora es reconocer públicamente que me equivoqué y aclarar que estoy disfrutando como nunca mi equivocación, sí, he podido enamorarme, sí, he podido sentirme cuidada, protegida, escuchada, admirada y atendida como nunca antes. Me equivoque y me encantaría que muchos de quienes conozco se equivocaran en sus temores y en considerar que ya sus futuros y sus destinos se han hecho evidentes y que no hay nada más por descubrir, nada completaría tanto mi felicidad como descubrir que es una equivocación grupal y que la vida nos vaya sorprendiendo conjuntamente.

Ya saben, hablé de más y ahora estoy arrepentida, el amor si existe, no sé cómo se hace para mantenerlo, no sé cuánto dura o cómo se logra equilibrarlo con el resto de la vida que he ido formando en estos largos años de lucha y de metidas de pata, pero quiero aclarar el punto que lo que jamás pensé que existía, existe y a partir del segundo en que lo reconocí, también existo yo en otra dimensión , en otro nivel, en un punto hermoso y luminoso donde cohabitamos por el momento la magia del amor, el ser capaz de invocarlo y yo.