jueves, 2 de diciembre de 2010

Creo en ti como creo en mi...

Creer es sin duda lo más atrevido que podemos hacer como seres humanos, creer en lo que no vemos y confiar en lo que no tocamos, seguir el instinto porque dentro en algún lugar secreto y recóndito tenemos instalado un sistema divino, porque somos lo divino rodeado de este cuerpo terrestre y limitado, eso nos hace sentir tantas veces divididos, dicotómicos entre el creer a todo nuestro potencial y quedarnos con el límite del ver…creo porque veo y así me siento superior. Creo sin ver y así mi alma vuela…pero siempre hay una pequeña duda, porque si alguno de nosotros creyera sin límite en su propia forma de conocimiento, ese no sufriría, sería notablemente destacado…pero aún no existe, todos dudamos aunque sea un poquito.

Creer en nosotros mismos es ya todo un reto con el que nos levantamos cada mañana y con el que nos vamos a dormir insatisfechos e inquietos unas noches…radiantes y casi convencidos otras. Pero creer en alguien más, en otro como nosotros, creer en ti, eso es astronómicamente atrevido.

Cuando creo en ti, arriesgo mi alma, creo en ti y en realidad estoy creyendo en mi propia capacidad para escoger en quien depositar mi confianza…creo en ti y desecho mis miedos tan cuidadosamente coleccionados…creo en ti y me pospongo yo misma para darte cabida en mi mundo raro de sentimientos, de instintos que no dan tregua, de sueños que me mantienen sin dormir y momentos dormida que me llenan de vida.

Cuando creo en ti, recupero la energía porque esa fe llena mis entrañas y me conmueve desde lo más profundo, desde esa parte interna e indescriptible donde todo se origina…cuando creo en ti dejo de ser común y me convierto en un ser elevado, creer en ti es apostar a mi mejor virtud, creer en ti es locura consciente, creer en ti es decirme a mi misma que existe en el mundo alguien que comparte mi esencia y que yo soy capaz de reconocerla en ti.

Cuando creo en ti me expongo y revelo a los demás lo que tengo dentro, lo oculto sale a luz y esa luz danza en público, mi fe en ti me delata y me vuelvo vulnerable a la crítica, objeto de la observación, tema de conversación porque en este mundo erosionado creer en alguien es novedad internacional…Cuando creo en ti arriesgo mi alma y creo al mismo tiempo en mi propia capacidad de creer.

Como ser humano soy susceptible de errores y tú también lo eres, no puedo creer en ti como creo en Dios, porque sé con firmeza que Dios no va a fallarme y me agarro a esa idea tan firmemente como puedo, pensando que aún en los tiempos más oscuros la luz de Dios me acompaña iluminando de una manera invisible a mi ojo pero visible al alma… Pero cuando creo en ti, creo sabiendo que tarde o temprano voy a fallarte, que tarde o temprano vas a fallarme y creo con la esperanza de que aún así podré encontrar la forma de seguir creyéndote.

Porque es tan importante mi capacidad de creer en ti que me humaniza, me hace más mujer y más yo…porque creo en lo que yo misma he podido ver en ti, porque creo en mi instinto que me guio a tus cualidades y en el radar que tengo instalado que detecta tu naturaleza, creo en ti, confiando al mismo tiempo en todo lo bueno que me constituye, creo que creerte es bueno por lo tanto creo en ti y creo en mi como en una madeja de lana enredada en la que no se consigue separar el inicio y el fin de un proceso entrelazado entre mi capacidad de creer y tu condición de ser confiable.

Cuando creo en ti estoy en la línea de fuego, parada frente al enemigo de la duda y desnuda en el inclemente frío de la desconfianza que acecha siempre, que traen a memoria las malas experiencias y tejen cuidadosas corazas defensivas que terminan por dejarnos sin fe, incapaces de creer y por lo tanto débiles e indefensos. Porque quien no puede creer en alguien es porque ha dejado de creer en sí mismo.

Creo en ti porque la otra opción es morir por dentro y dejar de ser vivo para ser la tumba ambulante de quien solía ser yo y eso es un lujo que yo no puedo darme, creeré en ti por respeto a mí misma, porque creer me diferencia de los otros seres del planeta y me constituye en ser humano, en mujer, en mí misma. Creo en ti porque aún tengo alma y porque si no la uso se solidifica, se arruga, se muere y apesta tanto que ni el perfume francés lo disimula.

Creo en ti porque cuando alguien me mató la confianza, morí por dentro y pensé que era irremediable, me pareció que se me secaron las lagrimas y que se me desconectaron los cables que permiten el intercambio de vida entre el cuerpo, el alma y el espíritu, porque fue tan duro el golpe que de verdad morí sin que me fuera permitido el lujo de ser enterrada, me volví un robot y aprendí a reconocer a los otros muertos, robots que están aquí, gastando oxígeno, que nos rodean a diario. Indigna de ser tocada por un buen hombre fui tocada por el que nunca ha cometido ningún error y me llenó de vida, resucité y me di cuenta porque recuperé mi capacidad de creer.

Creo en ti porque EL creyó que yo era digna de sentir fe, así que aquí estoy expuesta de nuevo al riesgo que es creer en lo que no se ve y poner la confianza en lo que no se puede tocar, creo en tus intenciones invisibles pero con consecuencias, creo en tus reflexiones intangibles pero que conducen a acciones concretas, creo en tus sentimientos incoloros pero que me inundan de luz el alma, creo en ti como creo en mí misma y como me enseñaron a creer, ya no soy débil, creer me hace fuerte, me llena de energía, me da vida…Creo en ti como creo en mí misma, con un poquito de duda, con pasitos pequeños y temblorosos pero cada segundo con más confianza, con más firmeza, con más seguridad porque solo alguien como tú es capaz de entrenarme tan bien en el arte ancestral de creer, de confiar, de vivir.

2 comentarios:

  1. Amiga, este es mi intento por decirte que creo en ti, en tu capacidad de sobreponerte al pasado remoto y al pasado reciente que igual ya quedo atrás...Esta es la única forma que conozco para lidiar con los sentimientos, para explicar mis ideas, para apoyar y recordarte que no estas sola, que Dios creyó en ti primero y te anima a creer en nosotros, los demás mortales que seguimos metiendo la pata, sé que creer en alguien es un riesgo porque quedas expuesta al dolor...pero encerrarse en la desconfianza es aún mas doloroso que decidir creer de nuevo, te quiero mucho y yo me pongo en la brecha creyendo por ti.

    ResponderEliminar
  2. GRACIAS ALEJANDRA.....HOY, HAZ ENRIQUECIDO MI ALMA.......TUS PALABRAS REVOLOTEARAN EN MI MENTE TODO EL DIA....

    ResponderEliminar